Frase de la semana

La vida es así de fácil, empiezas en un punto y terminas en otro. Lo que pasa en medio, es cosa tuya.

Frase de la semana

No importa que vayas con lentitud, lo verdaderamente importante es que no te detengas.

Frase de la semana

Solo hay una vida para cada uno de nosotros: la nuestra

Aprender a hacer críticas constructivas

Tener una buena relación con los demás, no implica decirles que sí a todo. En ocasiones, tu deber como amigo/a o compañero/a es hacerles ver que están equivocados. Para llevarlo a cabo de la mejor manera posible, sigue estos pasos:

1) La crítica debe hacerse de la forma más concreta posible, ya que, si la haces demasiado extensiva, corres el peligro de dañar la autoestima del otro. Céntrate en una determinada actitud y procura no descalificar de plano a tu interlocutor.

2) Procura que tu discurso no sea excesivamente negativo. Junto a la crítica, destaca también los rasgos positivos de la persona o de la situación que os ocupa.

3) No te limites a señalar únicamente lo que te parece que no está bien. También es necesario que propongas una alternativa para solucionar el problema.

4) En ningún momento debes olvidarte de ser empático/a contu interlocutor. ponerte en su lugar te ayudará a señalar sus errores y corregir su actitud sin herirlo innecesariamente.

5) Cuida las formas. Habla en un tono correcto y mantén, en todo momento, un trato amable y educado. Evita levantar la voz, iniciar discusiones acaloradas o faltar al respeto al otro. Además de enturbiar la relación, no conseguirás tu propósito.

Los miedos de nuestros hijos

Los niños ya no temen al hombre del saco, pero les siguen afectando tanto los terrores universales (a la oscuridad, a la soledad, a los monstruos...) como otros nuevos: actos terroristas, secuestros, accidentes... Para hacerles frente, es importante tener en cuenta estos factores:

1) Procuraremos predicar con el ejemplo. Si expresamos nuestros temores ante los niños, éstos imitarán nuestra actitud, convirtiéndose en niños miedosos.
2) Es importante conseguir que se sientan seguros y protegidos a nuestro lado. Una vida ordenada y feliz junto a unos padres cariñosos y seguros de sí mismos es la mejor garantía.
3) Hay que estar atentos al contenido de los programas de televisión, películas y video-juegos a los que están expuestos los niños, ya que pueden alimentar sus miedos.
4) Tampoco es conveniente que vivan situaciones estresantes, como discusiones entre los padres, conflictos familiares, etc... ya que pueden malinterpretarlas y sentirse en peligro.

Combatir el estrés

Os voy a comentar ejercicios fáciles para eliminar el estrés en períodos de descanso, al mismo tiempo nos quitaremos eso que nos gusta tanto como son: "LAS PAJAS MENTALES".

El período de descanso es una oportunidad perfecta para hacer un alto en el camino y cargarse de energía. Para que la desconexión sea total y puedas aprovechar al máximo este merecido descanso, sigue estos consejos.

No sólo sirven para descansar, sino también para reactivarse anímicamente, recuperar las relaciones con la familia y los amigos, reencontrarse con uno mismo e, incluso, replantearse la vida. Organizándonos bien, los descansos pueden reportar numerosas satisfacciones.

Primera fase: descanso total:

Estamos todo el año sujetos a horarios milimetrados, obligaciones ineludibles, jornadas estresantes. Durante los descansos vale la pena romper con todo y dedicarse a ocuparnos de nosotros mismos dándonos permisos. Quién dice de nosotros mismos dice de todo lo que conlleve disfrute y placer, la satsafacción de compartirlo con nuestro entorno. Si estamos de vacaciones, los primeros días os aconsejo simplemente de no hacer nada.

Sin horarios:

Deja que tu cuerpo decida a qué hora te debes levantar, cuando es la hora de comer, etc... Puede que al principio resulte algo caótico, pero te ayudará a recuperar tu energía y seguir tu ritmo biológico.

Cura de Sueño:

Quien más quien menos llega a las vacaciones o descanso, con un gran déficit de sueño. Para recuperarlo, duerme todo lo que necesites. Levántate tarde y, si te apetece, haz la siesta después de comer (una hora como máximo). Poco a poco, irás recuperando el equilibrio entre sueño y vigilia. No olvides que, durante las horas de sueño, no solo tu cuerpo descansa, sino también tu mente.

Reduce tu nivel de exigencia:

Durante todo el año has estado pendiente de que todo esté perfecto, tanto en casa como en el trabajo. Cuando te llegue un descanso de tipo vacacional, preocúpate unicamente de lo imprescindible y dedica tu tiempo libre a actividades placenteras o, si te apetece, simplemente a no hacer nada.

La comida como placer:

Durante el año, es probable que te hayas visto obligado/a a comer con prisas, fuera de casa o abusar de los precocinados. En períodos de descanso es el momento de redescubrir el placer por la comida. Apuesta por los alimetos frescos y de temporada, las preparaciones sencillas y saludables y, sobre todo, la tranquilidad a la hora de comer.

Segunda fase: ¡A disfrutar!

Una vez hayas eliminado el estrés de tu vida y mimado tu cuerpo, llega el momento de aprovechar al máximo tus vacaciones.

1) El deporte segrega endorfinas, las hormonas del bienestar, que además de mejorar el ánimo, te hacen más resistente al estrés. pero, para que resulte una actividad placentera, hay que llevarla a cabo unicamente cuando te apetezca, nunca por obligación. Estás de descanso.

2) Aprovecha tu tiempo libre para recuperar aquellas relaciones con la familia y los amigos que estaban algo descuidadas. Acude a fiestas, cenas, reuniones, excursiones... Todas las actividades que realices en buena compañía te harán sentir muy bien.

3) Amplía tu cultura, ahora es el momento de leer aquel libro que te habían recomendado y que no habías podido por falta de tiempo, de ver una obra de teatro o de visitar aquel edificio histórico, exposición,... tan interesantes. Se trata de dedicar parte de tu tiempo a disfrutar d la cultura y de la belleza.

4) Durante el año, las relaciones familiares estuvieron sujetas a numerosas tensiones. Intenta aprovechar el tiempo para limar las asperezas y disfrutar de tu familia. De esta manera se afianzarán mucho más los lazos con la familia.

5) Repasa tus hábitos y trata de corregir todo aquello que no sea del todo saludable: dietas incorrectas, sedentarismo, estrés excesivo, falta de horas de sueño,... Trata de continuarlo al reincorporarte a tu vida cotidiana. Ganarás en tranquilidad y salud.

6) Reactiva tus relaciones en pareja, porque dispones de mucho tiempo para estar con tu pareja, lo que aumenta las posibilidades ded disfrutar y también de pelearse (el 30% de las separaciones, se producen en septiembre a la vuelta de las vacaciones). Para que esto no ocurra, es necesario volver a sentar las bases de la relación y, si es necesario abordar algún conflicto, hacerlo de forma constructiva, sin perder las formas ni resucitar traumas pasados.






Frase de la semana

La gran mayoría de las preocupaciones se extinguen cuando uno se da cuenta de su insignificancia.